Cuántas veces hemos escuchado «las decisiones de la mente no se toman con el corazón»; y sin corazón… Quién vive?
Todavía somos víctimas del dualismo cartesiano que separa al cuerpo de la mente: «… consideraré que no tengo manos, ni ojos, ni carne, ni sangre, sino que lo debo todo a una falsa opinión mía…» Pero, según Descartes, hay algo de lo que es imposible dudar: cógito, ergo sum (pienso y luego existo).
Y vuelvo a preguntar: acaso no es inmediato el conocimiento intuitivo, la percepción, el sentir?
Nos hemos empeñado en darle «más razón» a La Razón y así nos hemos alejado de nosotrxs mismxs…
Mi propuesta a través del Yoga, y todas las herramientas que esta filosofía y ciencia nos proporciona es tomar el camino de regreso, usar el cuello (quinto Chakra) como puente, comunicador e integrador entre los procesos mentales y emocionales, romper los dualismos y separaciones para unirnos en un todo consciente y amoroso, aunque ese camino sea largo…es maravilloso.