Kshama es un término sánscrito, que se traduce como paciencia, templanza, tolerancia y finalmente perdón. Implica ser comprensiv@ con l@s demás y con nosotr@s mism@s, paciente con las circunstancias; estar seren@ y hacer el bien. Esta virtud, se alcanza a través del propio esfuerzo y la experiencia personal, es decir, practicándola.